La ayuda es un tema presente en todo momento de nuestras vidas, desde el mismo acto de nacer hasta después de nuestra muerte siempre vamos a estar necesitando de ayuda; y por supuesto esto incluye el proceso de aprendizaje, lógicamente la vida es un proceso de aprender, pero quiero centrarme en los aprendizajes académicos los que no distan mucho de esos aprendizajes de vida…
En el acto de aprender siempre existe una
interacción con un otro u otros, aprendemos en ese proceso, cuando
interactuamos con objetos, personas y producto de ello recibimos ayuda de ese
otro con el que interactuamos. En este punto quiero destacar cómo se evidencia
esto en la perspectiva vigotskiana del aprendizaje, cuando Vigotsky expone que
el mismo cuenta con 2 momentos; en una primera instancia se produce la
interacción con el otro o los otros, entiéndase ese otro como el objeto y/o
sujeto de aprendizaje, puede ser cosas, libros, juguetes, el maestro, un tutor,
un adulto o varios, sus coetáneos, posterior a ese momento de socialización se
internaliza, se procesa individualmente lo obtenido, donde intervienen nuestras
estructuras biológicas y psicológicas así como las experiencias adquiridas en
los diferentes contextos sociales por los que vamos atravesando en el día a
día, desde nuestro grupo familiar, el escolar, las amistades, en fin desde la
familia hasta la sociedad.
Dicho esto nos queda claro que todos recibimos
y ofrecemos ayuda, cuando enseñamos, transmitimos, facilitamos, mediamos en el
aprender, en esas acciones están presentes la valiosa ayuda. Un ejemplo de la
cotidianidad: una madre enseña a su hijo a recoger su habitación, para eso la
primera vez explica cómo debe hacerlo, incluso le muestra cómo se hace. En este
caso lo está ayudando, no va a requerir de esa demostración todos los días,
otro día le hará recordatorios, otros preguntara para cerciorarse si está todo
hecho... poco a poco va a ir retirando estas ayudas y ya llegará el momento en
que el niño no va a necesitar de ninguna instrucción, orientación, etc para que
pueda recoger su habitación por sí mismo. Lo que en un momento requirió de
ayuda y él pudo hacer con ella, llega el instante en que puede hacerlo por sí
mismo sin necesidad de ese apoyo de otra persona.
En el caso de la escuela... la maestra enseña a
sus alumnos a calcular, suma de números límite 10. Para ello necesita de
materiales didácticos en una primera clase, necesita mostrar con ellos en qué
consiste esta operación, llevarlos a saber que cuando se suma se adiciona, se
pone, se agrega, se juntan, entonces le plantea al niño -2+1, para saberlo
necesita mostrarle con material didáctico que le permita objetivizar esta
operación que a 2 tiene que agregarle 1, poner 1, manipular estos objetos,
visualizar, contar y razonar que 2+1=3. Esta ayuda se va graduando, se va
dosificando, no siempre el niño va a requerir de la demostración. El maestro
necesita saber si esa ayuda fue asimilada y los lleva a hacer transferencia en
una actividad análoga, debe entonces responder el siguiente ejercicio: 2+3….y
otro más: 3+4….
Inicialmente requiere de la ayuda del maestro,
incluso de otro niño que socializa lo que ha aprendido si su ritmo de
aprendizaje es más rápido, de materiales didácticos, pero va a llegar el
momento en que el niño no va a necesitar de esa ayuda material y va a poder ir
relacionando con lo internalizado del procedimiento, cuando le preguntan 2+2 él
puede responder fácilmente sin la necesidad de utilizar ningún soporte.
En este otro punto podemos patentizar cuán
presente está el planteamiento vigotskiano de la zona de desarrollo
próximo...todo lo que el niño puede hacer con la ayuda del otro llegará el
momento que puede hacerlo por sí mismo… esa zona de desarrollo próximo se
convierte en una zona de desarrollo actual y se genera una nueva zona de
desarrollo próximo… obvio, siempre vamos a estar aprendiendo, un nuevo
aprendizaje, la apropiación de un conocimiento nos conduce a la adquisición de
otro...
Pero cuidado!!!!! Tengo que tener en cuenta
como doy esa ayuda. Si no la brindo en la justa medida, atendiendo a las
necesidades del niño, es totalmente contraproducente. Mucha ayuda sin requerirla
no contribuye al aprendizaje, de la misma forma sucede cuando es muy poca, el
niño no puede llegar a lo que necesita aprender porque está requiriendo de
eslabones del proceso que no los ve, por tanto es preciso que sea la adecuada.
Debe dosificarse, retirarse los apoyos, hasta lograrlo.
Posteriormente trataré los niveles de ayuda….